Piscinas Ecológicas

Las piscinas ecológicas son una alternativa poco conocida pero muy atractiva frente a las convencionales, empleando plantas como elemento depurador. En este tipo de sistema no es necesario ningún tipo de producto químico que actúe como agente desinfectante, ya que son las plantas las que desempeñan este papel.

No hay que dejarse engañar pensando que la piscina ecológica es un estanque. A diferencia del mismo, este sistema tiene la zona de baño y la zona de depuración (donde se ubican las plantas) claramente diferenciadas, proporcionando un agua tan cristalina como en las piscinas convencionales a la vez que un espacio verde anexo a la piscina gratamente atractivo.

Este tipo de sistemas requiere que un 30% de la superficie total de la piscina se destine a la depuración del agua (zona verde). No necesita una gran profundidad, bastaría con 1,50 metros, y la bomba debe funcionar entre 6 y 12 horas al día, dependiendo del clima y la estación del año.

Las piscinas convencionales usan productos químicos abrasivos que pueden producir alergias o incomodidad en nuestra piel, ojos o sistema respiratorio, especialmente en niños o ancianos. El diseño de las piscinas ecológicas se basa en comprender la relación natural entre el agua, la flora y la fauna, y crear un espacio saludable libre de tóxicos, en un entorno verde que sin duda mejora la experiencia del baño.

Cubiertas Vegetales

Las cubiertas vegetales permiten el desarrollo de la vegetación en la parte superior de las edificaciones. Un techo verde puede llegar a ser autosuficiente cuando se realiza un estudio exhaustivo de la climatología del lugar y de las plantas que se elijan, de tal forma que se adapten perfectamente al lugar y sus necesidades se vean satisfechas por lo que les aporta el medio.

Dentro de este tipo de sistemas se diferencian dos tipologías diferentes, atendiendo a las necesidades de mantenimiento y al tipo de vegetación elegida:

  • Cubiertas extensivas o ecológicas: Este tipo de cubierta requiere de un substrato de menos de 10 centímetros donde se sembrarán plantas de bajo porte y poco mantenimiento, generalmente vegetación autóctona y tapizante.
  • Cubiertas intensivas o ajardinadas: El substrato de este sistema tiene un espesor considerable, aproximadamente 20 centímetros, de forma que permite el crecimiento de vegetación de alto porte, como arbustos y árboles. Requiere de un sistema de riego y mantenimiento similar al de un jardín tradicional.

Estos ecosistemas presentan beneficios similares a los de un jardín vertical. Fomentan la biodiversidad, ayudan a purificar el aire y a regular la temperatura ambiente, protegen la edificación sobre la que se construyen frente a las inclemencias del tiempo e incrementan la salud de la población.

  • Fomentan la biodiversidad: El diseño de la cubierta vegetal que realiza Ecomimética trata de crear un ecosistema capaz de regularse por sí mismo, que además atraiga a fauna que, de otra forma, nunca habitarían en un entorno urbano.
  • Purifican el aire: Las cubiertas vegetales absorben las partículas de CO2 y las transforman en O2, limpiando el aire que respiramos. Solo 1 m2 de jardín es capaz de asimilar entre 4 y 15 kg de CO2 anualmente, dependiendo del tipo de planta sembrada. 
  • Protegen la edificación: La vida útil de nuestras edificaciones se ve reducida de forma considerable por la incidencia solar recibida sobre ellas, siendo el punto más crítico la cubierta del edificio. Instalando una cubierta vegetal este efecto se reduce notoriamente, ya que añades capas sobre la cubierta que la protegen frente a los rayos del sol. Además, la vegetación ejerce como barrera de sonido, pudiendo reducir el ruido interior en hasta 10 dB.
  • Combaten el efecto de isla de calor: Hoy en día uno de los grandes problemas de las ciudades es la isla de calor. Las cubiertas vegetales se presentan como un elemento clave para combatir este efecto, absorbiendo parte de la radiación solar recibida e impidiendo que se vuelva a emitir por la noche a la urbe.
  • Cierran el ciclo del agua: Este tipo de soluciones recogen y aprovechan una cantidad considerable del agua de lluvia, que de otra forma acabaría en el sistema de alcantarillado sin uso y fomentando el colapso del mismo.
  • Mejoran la salud: Cada vez se tiene más claro que la salud y la naturaleza están estrictamente vinculadas. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, para vivir en un entorno saludable le debería corresponder a cada persona entre 10 y 15 metros de espacio verde. Por este motivo las cubiertas vegetales son soluciones muy interesantes, ya que aportan un espacio verde transitable sin quitarle espacio a las edificaciones.

Jardines Verticales

Los jardines verticales son construcciones verdes asociadas a las fachadas de nuestras edificaciones, que además de ser sumamente vistosos, presentan numerosos beneficios para nuestro bienestar y para la salud de la pared sobre la que se construye.

Aunque es lo más común, no solo se pueden instalar en muros exteriores, también es posible construir estos sistemas en lugares interiores consiguiendo así espacios más saludables y atractivos.

Estos ecosistemas presentan beneficios similares a los de una cubierta vegetal: fomentan la biodiversidad, ayudan a purificar el aire y a regular la temperatura ambiente, protegen la edificación sobre la que se construyen frente a las inclemencias del tiempo e incrementan la salud de la población.

  • Fomentan la biodiversidad: Los jardines verticales que diseñamos y construimos en Ecomimética crean un ecosistema completo capaz de regularse por sí mismo, y para ello contienen la mayor cantidad de especies posibles. Todas estas plantas atraerán a fauna que, de otra forma, nunca habitarían en un entorno urbano.
  • Purifican el aire: Estas paredes verdes absorben las partículas de CO2 y las transforman en O2, limpiando el aire que respiramos. Solo 1 m2 de jardín es capaz de asimilar entre 4 y 15 kg de CO2 anualmente, dependiendo del tipo de planta sembrada.
  • Mejoran las condiciones de bienestar interior: Se ha demostrado que estos sistemas actúan como sistemas de enfriamiento pasivo con un espesor no superior a 9 cm. Actúan impidiendo que la radiación solar penetre en el interior de nuestra edificación, evitando el sobrecalentamiento y, también en sentido contrario, disminuyendo la transmisión de energía hacia el exterior, reduciendo así las pérdidas energéticas. Además, el jardín ejerce como barrera de sonido, pudiendo reducir el ruido interior en hasta 10 dB.
  • Combaten el efecto de isla de calor: Hoy en día uno de los grandes problemas de las ciudades es la isla de calor. Los jardines verticales se presentan como un elemento clave para combatir este efecto, absorbiendo parte de la radiación solar recibida e impidiendo que se vuelva a emitir por la noche a la urbe.
  • Mejoran la salud: Cada vez se tiene más claro que la salud y la naturaleza están estrictamente vinculadas. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, para vivir en un entorno saludable le debería corresponder a cada persona entre 10 y 15 metros de espacio verde, y es por ello que los muros verdes son la solución idónea para las ciudades, ya que aportan el espacio verde necesario sin quitarle espacio a las edificaciones.

En Ecomimética estamos avaladas por Paisajimo Urbano para el diseño y construcción de estos ecosistemas, una de las empresas con más prestigio y reconocimiento a nivel mundial en este sector, y contamos con los conocimientos y la experiencia para ayudarte a conseguir el jardín que siempre has soñado.

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