Las cubiertas vegetales permiten el desarrollo de la vegetación en la parte superior de las edificaciones. Un techo verde puede llegar a ser autosuficiente cuando se realiza un estudio exhaustivo de la climatología del lugar y de las plantas que se elijan, de tal forma que se adapten perfectamente al lugar y sus necesidades se vean satisfechas por lo que les aporta el medio.
Dentro de este tipo de sistemas se diferencian dos tipologías diferentes, atendiendo a las necesidades de mantenimiento y al tipo de vegetación elegida:
- Cubiertas extensivas o ecológicas: Este tipo de cubierta requiere de un substrato de menos de 10 centímetros donde se sembrarán plantas de bajo porte y poco mantenimiento, generalmente vegetación autóctona y tapizante.
- Cubiertas intensivas o ajardinadas: El substrato de este sistema tiene un espesor considerable, aproximadamente 20 centímetros, de forma que permite el crecimiento de vegetación de alto porte, como arbustos y árboles. Requiere de un sistema de riego y mantenimiento similar al de un jardín tradicional.
Estos ecosistemas presentan beneficios similares a los de un jardín vertical. Fomentan la biodiversidad, ayudan a purificar el aire y a regular la temperatura ambiente, protegen la edificación sobre la que se construyen frente a las inclemencias del tiempo e incrementan la salud de la población.
- Fomentan la biodiversidad: El diseño de la cubierta vegetal que realiza Ecomimética trata de crear un ecosistema capaz de regularse por sí mismo, que además atraiga a fauna que, de otra forma, nunca habitarían en un entorno urbano.
- Purifican el aire: Las cubiertas vegetales absorben las partículas de CO2 y las transforman en O2, limpiando el aire que respiramos. Solo 1 m2 de jardín es capaz de asimilar entre 4 y 15 kg de CO2 anualmente, dependiendo del tipo de planta sembrada.
- Protegen la edificación: La vida útil de nuestras edificaciones se ve reducida de forma considerable por la incidencia solar recibida sobre ellas, siendo el punto más crítico la cubierta del edificio. Instalando una cubierta vegetal este efecto se reduce notoriamente, ya que añades capas sobre la cubierta que la protegen frente a los rayos del sol. Además, la vegetación ejerce como barrera de sonido, pudiendo reducir el ruido interior en hasta 10 dB.
- Combaten el efecto de isla de calor: Hoy en día uno de los grandes problemas de las ciudades es la isla de calor. Las cubiertas vegetales se presentan como un elemento clave para combatir este efecto, absorbiendo parte de la radiación solar recibida e impidiendo que se vuelva a emitir por la noche a la urbe.
- Cierran el ciclo del agua: Este tipo de soluciones recogen y aprovechan una cantidad considerable del agua de lluvia, que de otra forma acabaría en el sistema de alcantarillado sin uso y fomentando el colapso del mismo.
- Mejoran la salud: Cada vez se tiene más claro que la salud y la naturaleza están estrictamente vinculadas. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, para vivir en un entorno saludable le debería corresponder a cada persona entre 10 y 15 metros de espacio verde. Por este motivo las cubiertas vegetales son soluciones muy interesantes, ya que aportan un espacio verde transitable sin quitarle espacio a las edificaciones.